miércoles, 23 de marzo de 2011

EL ROMÁNICO DEL CAMINO DE SANTIAGO

IMPORTANCIA Y ACTUALIDAD DEL CAMINO DE SANTIAGO Y DOCUMENTACIÓN DEL TRABAJO
El descubrimiento del sepulcro de Santiago el Mayor1, el primer apóstol mártir, independientemente de la controversia que existe sobre su autenticidad o no, supuso una gran oportunidad para los reyes cristianos del norte para sus intereses políticos y militares de Reconquista.
Estos reyes aprovecharon la ocasión y trajeron a gente de fuera por todos los medios, uno de ellos poblando el camino y dotándolo de una serie de instituciones, infraestructuras, monumentos, hospederías, etc. que provocó que la gente comenzara a peregrinar hacia Santiago de Compostela para obtener su gracia.
Desde el primer peregrino conocido, que fue el obispo Puy Gotesclaco en el año 950, hasta la actualidad han pasado más de mil años en los que en cada uno de ellos millones de personas recorren tal camino. El Camino de Santiago hoy día sigue ejerciendo un gran atractivo para todo tipo de personas y no sólo religiosas.

CONTEXTO HISTÓRICO CULTURAL
El Camino de Santiago fue resultado del proceso de conquista y repoblación peninsular por parte de los nacientes reinos cristianos del norte. Surgió a la altura del año mil en pleno surgimiento y difusión del románico por Europa, culminando con la Iglesia de Santiago de Compostela, sepulcro de dicho apóstol hacia el 1200.
A consecuencia del impulso cristiano y su interés por repoblar y establecer población y abrirse a Europa, Santiago se convierte en un lugar de peregrinación y por ello se lo dota de infraestructuras básicas para que pudiese hacerse con cobertura sanitaria, hospederías, mercados, posadas, etc. Lo mismo ocurre con la necesidad de seguridad como personal que les atienda y que eviten asaltos, robos y abusos, caminos, puentes, etc. Ello pudo conseguirse a través de una población establecida en las distintas zonas del recorrido, razón por la que esos monarcas incentivan la ocupación del territorio.
Todo este proceso dará lugar a la aparición de los primeros núcleos urbanos fundados expresamente a lo largo de la Ruta Xacobea, villas de corte europeo con funciones principalmente económicas, en las que se desarrollarán la artesanía y el comercio sobre todo. En el sector aragonés destaca el auge adquirido por Jaca desde 1063 en que se convierte en la capital del reino y sede episcopal, así como lugar de inmigración franca. El poblamiento en esta ciudad se organiza a través de un fuero propio que va a servir de modelo a otros de la zona. En el sector navarro destaca el asentamiento en Pamplona de gente ultrapirenaica que ocupan el burgo de San Fermín. Nacen también poblaciones como Estella y Puente de la Reina.
La zona castellano-leonesa por lo general no tiene tanta población franca y se aplican fueros de otras zonas. En Logroño, que se puebla en 1095, se adopta el de Jaca. En León, los francos aparecen en Sahagún y en la propia capital, donde ocupan el barrio de San Martín. Nacen otros burgos como Castrogeriz, Villafranca del Bierzo y Burgos. La inmigración franca se produce por todo el siglo XII.
En la repoblación de la Ruta Xacobea intervinieron contingentes procedentes del sur de Francia y norte de Italia, así como de Alemania, Inglaterra y países nórdicos. Los móviles que inducen a la inmigración son ante todo económicos pues llegan principalmente artesanos y comerciantes. Con estos nuevos pobladores se desarrolla el comercio, prodigándose los mercados semanales o quincenales, cosa que propicia el impulso de las ciudades y de la vida urbana.
El Camino de Santiago adquiere su plenitud en la Europa plenomedieval, cuyas ciudades son villas itinerantes y alargadas, organizadas a lo largo del camino. En ellas, la calle principal es la del comercio y destacan por determinados edificios como hospederías y hospitales. Su apogeo se produce entre los siglos XI y XII siendo ya a partir del XIII cuando se observa una creciente decadencia principalmente debido al traslado de los ejes económicos al sur y este peninsular con las conquistas en Andalucía y Levante. Influye también en este hecho la diversificación de los itinerarios hacia Santiago; surgen rutas marítimas y otras terrestres alternativas que limitan el auge del camino francés.
Algo también a tener en cuenta es el proceso paralelo que se está dando en toda Europa ya que la Península al fin se abre al continente. La Plena Edad Media es una época de cierto optimismo político, demográfico y económico caracterizada por el comienzo de las cruzadas para recuperar Tierra Santa, de ahí a la inmensa cantidad de reliquias que llegan a Europa, del inicio del resurgimiento y nacimiento de nuevas ciudades que culminará en el Gótico y de prosperidad económica en cierto modo que favorece estabilidad.
Otro hecho a destacar es el miedo al año Mil, exagerado en la historiografía posterior pero aún así presente en la sociedad y mentalidad de la época y que podemos apreciar en tímpanos y en otros relieves que decoran los edificios, ya que en estos momentos no hay que perder de vista que tanto la escultura como la pintura están subordinadas a la arquitectura y además tienen un papel doctrinario y admonitorio. Por ello mismo, aparecerán en lugares simbólicos y transitados como pórticos, claustros, ábsides, capiteles, paredes, etc.
LAS RUTAS HACIA SANTIAGO DE COMPOSTELA
Las rutas hacia el sepulcro del apóstol Santiago tienen una gran importancia debido a las construcciones, infraestructuras, iglesias y otros monumentos que se sitúan a lo largo de éstas:
- CAMINO FRANCÉS: entra en la Península por Roncesvalles y Somport y recorre los reinos de Aragón y Navarra, León y Castilla.
- CAMINO DEL NORTE: recorre toda la costa Cantábrica y entra en Galicia por Ribadeo.
- CAMINO INGLÉS: ruta
marítima desde Inglaterra desembarcando en el puerto de la Coruña o del Ferrol.
- CAMINO PORTUGUÉS.
- CAMINO DEL SURESTE (Vía de la Plata).
Otros caminos van desde el sepulcro hasta el Cabo de Finisterre o hacen el recorrido que supuestamente hizo el sarcófago del apóstol mártir desde Palestina y con varios puntos de entrada en Galicia.

CARACTERÍSTICAS DEL ROMÁNICO DEL CAMINO DE SANTIAGO
Dada su extensión y la pluralidad de reinos existentes en la Península por aquel entonces habrá características comunes matizadas por ciertas variaciones regionales fruto de la influencia del románico catalán, y éste de clara influencia italiana, y de la idiosincrasia de cada región. También es necesario mencionar que no todo es importación francesa puesto que actualmente una revisión de las cronologías, plantas, trazados y otros documentos escritos ha dado a conocer que hubo intercambio cultural y artístico mutuo entre Francia y los reinos cristianos del norte de la Península.
El Románico es el primer estilo artístico común a nivel europeo. Su elemento fundamental es la sencillez, el purismo en sus líneas y formas. En España desaparece el eclecticismo imperante hasta ese momento, que mezclaba detalles bizantinos con influencias locales, paleocristianas o godas pero se siguieron usando los arcos fajones. Los templos tienen planta de cruz latina de tres naves, un crucero con un cimborrio que limita un extremo de la nave central, y una cabecera semicircular donde se sitúa el altar mayor. Según el tamaño de la construcción, los brazos del crucero albergaban capillas semicirculares llamadas absidiolos. La forma simbolizaría a Cristo en la cruz.
Los templos se orientaban hacia Jerusalén, por lo que las cabeceras se situaban en la fachada oriental, y la entrada, en línea recta opuesta, en la parte occidental. Esta fachada estaba siempre ricamente decorada, con molduras, columnas y capiteles donde se esculpían narraciones bíblicas.
El nombre de Románico le viene de forma peyorativa por tener algunos elementos heredados del arte romano como el arco de medio punto, bóvedas de cañón y de arista, técnicas constructivas y valor dado a los muros, volúmenes sencillos, iluminación controlada… La portada es el primer símbolo monumentalizador y por ello uno de los mejores soportes doctrinarios junto con el altar mayor. El sistema abovedado es muy pesado y para ello usan pilares potentes y contrafuertes exteriores, a estos pilares suelen adosarse columnas. En los capiteles puede haber representaciones bíblicas, bestiarios o escenas paganas.
En el Románico Pleno, en el que se enmarca el Camino de Santiago acudimos a una interrelación de núcleos que irradiarán soluciones artísticas gracias a la necesidad de repoblar, a la masiva llegada de peregrinos y al auge de órdenes monásticas. Entre los siglos XI y XII aparecen mecenas como Fernando I, Alfonso VI, Doña Urraca, Sancho Ramírez I y Alfonso el Batallador, entro otros.
Por lo tanto ya en Castilla en el Románico Pleno nos encontramos iglesias por lo general de tres naves, con triple ábside pensadas y dispuestas como tránsito, y por ello la importancia de las naves laterales. Disponen de arcos de medio punto, con bóvedas de cañón con arcos fajones y a los lados arcos formeros sobre los cuales puede sustentarse cuerpo de ventanales o triforio y en las naves laterales bóvedas de arista. Destaca el muro como elemento sustentante por su grosor y contrafuertes exteriores así como el escaso espacio que ocupan cuerpos de luces como ventanas saeteras.
Como aún la Península se debate entre las fuerzas cristianas y las fuerzas musulmanas, cada vez más a la defensiva, encontraremos elementos de clara influencia musulmana en arcos, dovelas decoradas y elementos constructivos.

EL ROMÁNICO EN ARAGÓN Y NAVARRA
El Románico en Aragón en el contexto del Camino de Santiago aparece en las regiones del Alto Gállego, La Jacetania y las Cinco Villas, Alto Aragón, por donde comenzaba el Camino de Santiago en la Península entrando por Somport desde Toulouse. Aquí aún se acusa influencia del románico catalán que en su día impulsó Oliba, en lo constructivo y decorativo y de hecho sólo podríamos mencionar a la Catedral de Jaca como exclusiva del Camino de Santiago, pero bajo la influencia de esta ruta hay otros enclaves también dignos de mención.
La Catedral de Jaca se fecha hacia la segunda mitad del siglo XI, marcando la influencia del Románico francés en Aragón con reminiscencias catalanas con el Románico castellano. Posee tres naves con alternancia de pilares circulares con cruciformes, de clara influencia otónida. Tiene un crucero no acusado con cúpula en el transepto y cabecera de tres ábsides de soberbia armonía. Destaca su portada occidental, con arquivoltas apoyándose en columnas y jambas. El tímpano embellece esta puerta donde dos leones flanquean un crismón o monograma de Cristo. Posee ventanas abocinadas con arquivoltas con doble o triple rosca y ménsulas.
El Monasterio de San Juan de la Peña se constituye en los siglos de nacimiento de Aragón como reino y siendo un conglomerado de restos mozárabes y románicos. Destaca por haberse construido bajo una enorme peña llamada Monte Pano. Por ello tiene tanta consideración el claustro con columnas sencillas, dobles y cuádruples que soportan arcos de medio punto y con escenas neotestamentarias en sus capiteles.
En Navarra el Camino aparecía bifurcado, llegando uno directamente desde Francia por Roncesvalles y otro desde Huesca. En esta región aparecen muchos vestigios románicos, encontrando varios en una misma población, como es el caso de Cizur Menor con la parroquia dedicada a San Emeterio y San Celedonio, la iglesia de San Miguel Arcángel y una fuente. Destaca también Puente la Reina, donde confluyen los dos caminos, por su puente y la iglesia de Santiago cuya portada se abre a seis arquivoltas y la iglesia del Crucifijo.

EL ROMÁNICO EN LA RIOJA

El Camino de Santiago en la Rioja se dirige directamente hacia Logroño , donde encontramos las iglesias de San Bartolomé y Santa María de Palacio, destacando por la decoración antropomorfa y de bestiarios en las ménsulas. A partir de Logroño el Camino sigue hacia Navarrete, Nájera, Santo Domingo de la Calzada y al sur San Millán de la Cogolla. Generalmente se ha conservado poco en su estado original y sin modificaciones posteriores.
Es digno de mención el Monasterio de San Millán de la Cogolla con una gran historia a sus espaldas y la iglesia de Santo Domingo de la Calzada con tres naves, crucero, cabecera con girola y capillas radiales.

EL ROMÁNICO EN LOS REINOS DE CASTILLA Y LEÓN
El Camino de Santiago en los reinos de Castilla y León la atraviesa horizontalmente por Burgos desde La Rioja, hasta Palencia y León.
En Burgos la ruta pasa por Redecilla del Camino, San Juan de Ortega, Burgos y Castrojeriz. Destacamos la iglesia del Monasterio de San Juan de Ortega de mitad del siglo XII con una cabecera hermosa de tres ábsides de planta semicircular y el central tiene un ingenioso juego de columnas en las que se apoyan diversos arcos. En Burgos y alrededores podemos destacar las Claustrillas en el Real Monasterio de las Huelgas, la iglesia de Santa Marina de Rabé de las Calzadas, el templo de Hormaza y la iglesia de Castrojeriz.
En Palencia destaca San Martín de Frómista, iglesia del antiguo monasterio de San Martín de Tours, erigido en el siglo XI. Posee una planta rectangular con tres naves con crucero acusado sólo en alzado y linterna poligonal. En las portadas tiene ventanales con arquivoltas sobre columnas encapiteladas. Los capiteles del interior tienen imágenes costumbristas, religiosas y simbólicas. También destacan en Palencia las iglesias de Santiago y Santa María de Carrión de los Condes y Villalcázar de Sirga por sus relieves en pórticos y capiteles.
En León nos encontramos también con grandes y esbeltas manifestaciones del Románico en Sahagún y en la misma ciudad de León. La iglesia de San Tirso de Sahagún fue una de las primeras iglesias románicas en reemplazar la piedra por el ladrillo (influencia mudéjar). Conserva la cabecera con tres ábsides y la torre que se erige sobre el transepto, una torre portentosa sobre un cuerpo troncopiramidal y en la que se alzan otros niveles con arquerías. La iglesia de San Lorenzo de Sahagún data de comienzos del siglo XIII con una estructura similar a San Tirso. La cabecera tiene tres ábsides con bellas arquerías de herradura y alfiz y su enorme torre presenta cuatro cuerpos con una decoración y sistema constructivo de clara influencia del Románico catalán.
La obra románica que más destaca en León es la Basílica de San Isidoro, donde están depositados los restos de varios reyes castellanos y leoneses pero destacada por los frescos que la decoran, siendo denominada la “Capilla Sixtina del Románico”. La
11
Basílica de San Isidoro de León se erigió sobre una antigua iglesia levantada por Fernando I para albergar las reliquias de San Isidoro de Sevilla, con un estilo claramente prerrománico asturiano. Posteriormente se edificó el Panteón de los Reyes, en cuyas bóvedas se pintó en el siglo XII un repertorio de primer orden en el románico europeo, una colección irrepetible en la que se llenó todo el espacio de una profunda simbología no solamente de arte áulico sino de imágenes de todo tipo como la Anunciación a los pastores, La matanza de los inocentes, Cristo en Majestad y otras representaciones más bien costumbristas que religiosas, claro que en menor proporción. La iglesia a la que se adosa este Panteón tiene tres naves, crucero saliente y cabecera de tres ábside. En el costado meridional se abren la Puerta del Perdón en cuyo tímpano aparecen escenas del Descendimiento, Sepulcro vacío y Ascensión; y la Puerta del Cordero con la escena del Sacrificio de Isaac.

EL ROMÁNICO EN GALICIA. LA CATEDRAL DE SANTIAGO DE COMPOSTELA
El Camino de Santiago en Galicia llega desde León y finaliza en Santiago, donde se localiza el santo sepulcro del apóstol mártir Santiago el Mayor en la Catedral de Santiago de Compostela.
Su construcción comenzó a finales del siglo XI por el obispo Diego Peláez y dirigida por el Maestro Esteban. Antes que éste hubo otros edificios que albergaron los restos del apóstol, destruidos en varias ocasiones y una de ella por Almanzor. Por ello ha tenido muchas fases constructivas y no todas bajo el estilo Románico, pero puede decirse que la mayor parte de la obra estaba construida hacia el 1122. Es contemporánea además a otras iglesias francesas del Románico como son San Saturnino de Toulouse, Santa Fe de Conques, Santa María de Tours y la Magdalena de Vezelay, mencionando por ello que no necesariamente recibió influencias, sino que también aportó innovaciones y estilos.
Se erigió con una planta de cruz latina amplia, de tres naves y crucero, con bóveda de cañón en el centro sustentada por arcos fajones y las laterales bóvedas de arista sosteniendo un triforio. Se usa como módulo matemático el cuadrado del crucero. La cabecera se concibe como un amplio martiria, incorporando girola y cinco capillas radiales. En los hastiales del crucero había fachadas y puertas monumentales, destacando la Puerta de las Platerías con sus dos grandes aperturas y un mareante conjunto de esculturas en algunos casos colocadas anárquicamente.
El Maestro Mateo, de origen incierto y posiblemente francés, comenzó su intervención en 1168 y se ocupó de los últimos tramos de la nave, de la construcción de la cripta y del Pórtico de la Gloria, uno de los más grandes monumentos románicos del mundo y paradigma de la evolución que durante la segunda mitad del siglo XII sufre el románico hacia el naturalismo gótico.
EL PÓRTICO DE LA GLORIA
Obra impulsada principalmente por Fernando II, quien contrata al Maestro Mateo. Es considerado tardorrománico o protogótico no sólo por su cronología sino por la técnica y acabado. Las jambas están provistas de columnas o baquetones sobre los que hay santos y apóstoles y profetas y en el tímpano un pasaje apocalíptico de San Juan. En el parteluz se sitúa Santiago en majestad, con el mensaje de la victoria del bien sobre el mal y sobre él la gloria. Bajo todas estas escenas hay animales que simbolizan la herejía y en el mismo parteluz un hombre las aplasta, el Cristianismo vence al mal, al pecado.
A la izquierda de la puerta central se representa en Antiguo Testamento con los profetas, pilares de la moderna Iglesia y a la derecha los apóstoles y discípulos de Cristo. A la izquierda se representa el nimbo en las arquivoltas y a la derecha el purgatorio.
En el tímpano central se representa el reino celestial de Cristo, la eternidad y todo con un sentido apocalíptico. Las figuras de las arquivoltas aparecen en sentido radial, los 24 sabios tocando instrumentos musicales porque la música es celestial. En el centro está Cristo en majestad y con las manos abiertas para recibir a los peregrinos y en señal de aceptación al fiel. Aparece mucho más humanizado. Lo rodea el Tetramorfo y ángeles con la Cruz a la izquierda y con el Manto de la Verónica a la Izquierda, sobre todos estos, el Pueblo de Israel.

BIBLIOGRAFÍA
Apuntes de clase del profesor Francisco J. Herrera García
BENDALA GALÁN, M. (et alii). Manual de Arte español. Madrid: Sílex 2003
CONTE BRAGADO, D.; LINAJE CONDE, J.A. Camino de Santiago. Barcelona: RBA 2010
http://www.eniac.es/usuarios/juanf/pag0123.htm
http://www.arquivoltas.com/Arquivoltas.htm
http://www.arte-romanico.com/autonomias/romanico.html
http://www.arteguias.com/camino-santiago.htm

No hay comentarios:

Publicar un comentario